Martes de carnaval

Print Friendly and PDF

🎧 Escucha este artículo usando la función de audio de Chrome:

  1. Haz clic derecho en cualquier parte del texto
  2. Selecciona "Leer en voz alta"
  3. Si necesitas ayuda click aqui

 

La historia del Carnaval tiene raíces muy antiguas, mezclando tradiciones paganas y cristianas. Su origen se remonta a las fiestas que celebraban las antiguas civilizaciones, como las saturnales romanas o las bacanales griegas, donde las personas se disfrazaban, bailaban y celebraban la llegada de la primavera, a menudo con banquetes y festividades desenfrenadas.

Sin embargo, con la llegada del cristianismo, la Iglesia dio un nuevo significado a estas festividades. El Carnaval quedó vinculado a la preparación para la Cuaresma, un tiempo de penitencia, ayuno y reflexión que comienza el Miércoles de Ceniza y dura 40 días hasta la Pascua.

El término Carnaval probablemente proviene del latín "carne levare", que significa "quitar la carne", haciendo referencia a la práctica de abstenerse de carne durante la Cuaresma. Así, los días previos se convirtieron en un tiempo de "despedida de la carne", donde las personas celebraban con comidas abundantes y festividades antes de entrar en el período de sacrificio y conversión.

A pesar de su carácter festivo, el verdadero espíritu cristiano del Carnaval invita a reflexionar sobre las cosas del mundo y a prepararse espiritualmente para la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Aunque hay disfraces y alegría, el sentido profundo debería ser el de un último momento de celebración antes de volver el corazón a Dios con mayor intensidad durante la Cuaresma.


El Carnaval, aunque hoy muchas veces ha perdido su sentido cristiano, puede ser una oportunidad para recordar que la verdadera alegría viene de Dios. Los días festivos previos a la Cuaresma pueden ayudarnos a comprender que hay un tiempo para todo: un tiempo para celebrar y un tiempo para recogerse, un tiempo para reír y un tiempo para llorar, como dice el libro del Eclesiastés (Ecl 3, 1-8).

La Cuaresma, que sigue al Carnaval, nos invita a tres prácticas fundamentales: el ayuno, la oración y la limosna. No como fines en sí mismos, sino como medios para acercarnos más a Dios. El ayuno nos ayuda a desprendernos de lo que nos ata; la oración nos une íntimamente con el Señor; y la limosna nos recuerda que el amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.

Me gustaría preguntarte: ¿cómo te has preparado otros años para la Cuaresma? ¿Hay algo que este año sientas que el Señor te está llamando a cambiar o a ofrecerle?

Suscribite para recibir las noticias diarias de Biencatolicos.com

Usted esta leyendo este articulo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelizacion, que se llama Bien Catolicos. Como usted puede imaginar, en nuestro trabajo se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelizacion para cada persona, sin importar el pais en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su ofrenda, lleva solo un minuto.

🕊️ Ofrendar ahora
🕊️ Ofrendar ahora