Chantal Delsol: 'Notre-Dame podría ser una mezquita en 50 años

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Chantal Delsol, destacada intelectual de la derecha francesa, fue mencionada en un artículo de Le Figaro el 28 de enero, donde se hizo referencia a una de sus afirmaciones más llamativas: «En medio siglo, la catedral de Notre-Dame podría convertirse en una mezquita».

Delsol, filósofa, historiadora y novelista francesa, es discípula de Julien Freund y se identifica con la línea liberal-conservadora. En el artículo del periódico parisino, argumentó que «somos responsables de las políticas de nuestros antepasados, quienes colonizaron y luego atrajeron a estas poblaciones por razones económicas. Ahora están aquí, y también vienen porque les hemos enseñado nuestro idioma. Deberíamos haber hecho esfuerzos inmensos para integrarlos; me refiero a esfuerzos humanos, no solo al envío de dinero por helicóptero...».

Recientemente, la filósofa publicó Insurrection des particularités con la editorial Cerf, un libro en el que analiza el doloroso periodo de transición que atraviesa Occidente. En él, destaca la desilusión ante las utopías de la Ilustración y el declive del cristianismo, fenómenos que han dado lugar a un pensamiento ultraindividualista que prioriza lo particular sobre lo universal.

Delsol señala que este individualismo ha llevado a las sociedades occidentales a perder el deseo de formar comunidades, mientras que los inmigrantes árabes o latinoamericanos tienden a fortalecerlas. La intelectual francesa subraya: 

«Fracasamos en integrarlos porque la ideología de la inclusión prohíbe toda integración. Además, estamos en declive demográfico, mientras que ellos aumentan, por razones culturales y religiosas».

Una de sus mayores preocupaciones es la dificultad de asimilación cultural: «Mientras que estas cuestiones se resuelven más fácilmente cuando la cultura de los inmigrantes es cercana, como sucedió con los italianos en Francia o los ucranianos en Polonia, las masas de musulmanes, con mujeres sometidas, son casi imposibles de asimilar, incluso si quisiéramos».

El crecimiento demográfico de estas minorías, sumado a la fortaleza de su mentalidad —en contraste con la debilidad de la cultura posmoderna occidental—, agrava el problema. Delsol advierte: «La separación ideológica crece cada vez más entre nuestras sociedades y una parte de estos musulmanes, que sueñan con instaurar un califato. Es evidente: se pueden hacer esfuerzos por deportar a presuntos terroristas, pero es prácticamente imposible encontrar respuestas políticas para todos ellos».

Concluye con una reflexión provocadora: «Por eso mismo, no sería sorprendente que, en menos de un siglo, Notre-Dame se transformara en una mezquita, y nuestros bisnietos, educados y multilingües, emigraran a América, donde continuarán inventando patentes y escribiendo libros a orillas del Ohio».