Bendecido día de la mujer

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La Dignidad de la Mujer Reflejada en la Virgen María

Cada 8 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer, un momento para reflexionar sobre la dignidad, el valor y el papel de la mujer en la sociedad. Para los cristianos, la Virgen María es el modelo más sublime de la grandeza femenina, una inspiración que nos muestra la dignidad de la mujer según el plan de Dios.

María: La Mujer Llena de Gracia

Desde el anuncio del ángel en la Anunciación, vemos cómo Dios eleva a María a una dignidad inigualable: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc 1,28). María no es valorada por su poder terrenal, sino porque Dios la ha elegido para una misión grandiosa. Su dignidad no proviene de lo que el mundo valora —riqueza, fama o éxito— sino de su humildad y apertura total a la voluntad divina.

Cada mujer, a imagen de María, posee una dignidad intrínseca, otorgada por Dios. No necesita demostrar su valor en términos humanos, pues ya es preciosa ante los ojos del Creador.

Madre, Discípula y Servidora

María no solo es Madre de Dios, sino también discípula perfecta de Cristo. Ella medita en su corazón la Palabra de Dios (cf. Lc 2,19) y la pone en práctica. Su grandeza está en su amor y fidelidad, en su entrega sin reservas a Dios y a los demás.

Las mujeres, en su diversidad de roles —madres, hijas, trabajadoras, consagradas— reflejan este espíritu de entrega. María nos recuerda que la verdadera grandeza de la mujer no está en la competencia con el hombre, sino en su capacidad de amar, servir y transformar el mundo con su ternura y fortaleza.

Defensora de la Dignidad de la Mujer

En un mundo donde tantas mujeres sufren violencia, injusticia y discriminación, María es signo de esperanza. Su canto, el Magníficat (Lc 1,46-55), proclama la justicia de Dios que enaltece a los humildes y derriba a los poderosos. Ella nos enseña que la dignidad femenina debe ser defendida y promovida, no desde la confrontación, sino desde la verdad del Evangelio: cada mujer es amada por Dios y llamada a una misión única en la historia de la salvación.

María y las Mujeres de Hoy

Hoy, las mujeres siguen enfrentando desafíos en la sociedad y en la Iglesia. Sin embargo, su dignidad no depende del reconocimiento del mundo, sino de su identidad como hijas de Dios. La Virgen María nos muestra que la verdadera grandeza de la mujer radica en su capacidad de acoger la vida, en su amor incondicional y en su valentía para seguir a Cristo.

Que este Día de la Mujer sea una oportunidad para mirar a María como modelo de fortaleza, fe y amor, y para recordar que toda mujer, sin importar su situación, es valiosa y digna ante los ojos de Dios.

¡Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por todas las mujeres del mundo!