Clausura de la investigación diocesana sobre el Siervo de Dios Alcide De Gasperi

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A las 12:00 horas del viernes 28 de febrero, en el Palacio Apostólico Lateranense, se celebró la sesión de clausura de la investigación diocesana sobre la vida, las virtudes heroicas, la fama de santidad y los signos del Siervo de Dios Alcide De Gasperi, laico, padre de familia y una de las figuras más destacadas de la historia italiana del siglo XX. El acto fue presidido por el cardenal vicario de Roma, Baldassare Reina, quien destacó el legado político y espiritual de De Gasperi como un modelo de integridad y servicio al bien común.

La investigación, iniciada por el Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Trento, fue transferida a la diócesis de Roma con el consentimiento del Arzobispo de Trento y del Cardenal Vicario. El Tribunal, compuesto por Monseñor Giuseppe D’Alonzo (delegado episcopal), Don Andrea De Matteis (promotor de justicia) y Marcello Terramani (notario actuario), recopiló testimonios y documentos que ahora serán entregados al Dicasterio para las Causas de los Santos para su revisión.

En su discurso, el cardenal Reina resaltó la figura de De Gasperi como un hombre de fe profunda y rectitud moral, cuya vida estuvo marcada por el servicio a la nación y la construcción de una Europa unida. "Su legado político y espiritual sigue siendo un faro para nuestra sociedad, especialmente en tiempos de crisis y polarización", afirmó el cardenal.

Alcide De Gasperi, nacido en 1881 en Pieve Tesino, fue un líder clave en la reconstrucción de Italia tras la Segunda Guerra Mundial y uno de los arquitectos del proyecto europeo. Perseguido por el régimen fascista, encontró refugio en la Biblioteca Apostólica Vaticana, donde profundizó su reflexión política y espiritual. Como primer ministro de Italia, impulsó la adhesión al Plan Marshall y sentó las bases para el desarrollo democrático y económico del país.

Su hija, María Romana De Gasperi, recordó que su padre vivió su fe con humildad y constancia, alimentada por la oración y la meditación. "Su vida fue un testimonio de cómo la fe puede inspirar un servicio político auténtico y desinteresado", afirmó.

Tras su muerte en 1954, miles de personas acompañaron su féretro desde Trento hasta Roma, coreando: "¡Alcides, ruega por nosotros!". Esta fama sanctitatis, o fama de santidad, ha sido un elemento clave en la causa de beatificación y canonización, que ahora avanza hacia su siguiente fase en el Vaticano.

El postulador de la causa, Dr. Paolo Vilotta, recibió los documentos sellados para su entrega al Dicasterio, donde se evaluará si De Gasperi vivió las virtudes cristianas en grado heroico.

La figura de Alcide De Gasperi sigue siendo un modelo de liderazgo político basado en la justicia, la caridad y el bien común. Su ejemplo invita a redescubrir el valor del servicio público y la coherencia entre fe y acción, en un mundo que clama por líderes íntegros y comprometidos.