Monseñor Víctor Hugo Palma Paúl asume como Arzobispo de Los Altos en Quetzaltenango

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En un acto lleno de solemnidad y simbolismo, la Iglesia católica en Guatemala vivió un momento histórico con la toma de posesión de monseñor Víctor Hugo Palma Paúl como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Los Altos, en Quetzaltenango. La Santa Sede notificó oficialmente su nombramiento el pasado 7 de diciembre, marcando el inicio de una nueva etapa pastoral para este líder eclesial con una trayectoria de más de cuatro décadas al servicio de la fe.

Una vida dedicada al servicio de Dios

Monseñor Palma Paúl, nacido en el Barrio La Recolección en 1958, ha dedicado 41 años de su vida al sacerdocio y 23 al episcopado, tras ser nombrado obispo de Escuintla en 2001. Su formación académica incluye estudios en Roma, donde obtuvo un doctorado en Teología, y su experiencia pastoral abarca desde su labor como párroco en Santiago Sacatepéquez hasta su rol como formador en el Seminario Mayor de la Asunción.

Su nombramiento como arzobispo de Los Altos no solo representa un reconocimiento a su dedicación, sino también un llamado a guiar a una comunidad de más de un millón de habitantes, de los cuales 713 mil son católicos.

Un ritual cargado de simbolismo

La ceremonia de toma de posesión se llevó a cabo en la Catedral del Espíritu Santo de Quetzaltenango, donde monseñor Palma Paúl fue recibido con honores. Vestido con el tradicional atuendo rojo amaranto, color que simboliza la autoridad y el gobierno pastoral, el nuevo arzobispo participó en una liturgia que incluyó la presentación de un Cristo crucificado y la bendición de los fieles con agua bendita.

Uno de los momentos más emotivos fue la veneración a la Virgen del Rosario, patrona y reina de Quetzaltenango, cuya imagen, coronada por San Juan Pablo II en 1983, ha sido testigo de la fe de generaciones de católicos en la región. Tras este acto, monseñor Palma cambió sus vestiduras a un color dorado, utilizando la mitra, símbolo de su nuevo cargo.

Un mensaje de esperanza y unidad

Durante la homilía, monseñor Palma Paúl destacó los desafíos que enfrentará en su nueva misión: "Quetzaltenango no es tarea fácil", expresó, recordando su labor en Escuintla y agradeciendo a quienes colaboraron en su camino pastoral. Con un tono cercano y lleno de humor, compartió una anécdota sobre su interpretación de una voz que le decía "sube a la parte alta", refiriéndose a los 2 mil metros de altura de la ciudad altense.

En un gesto de inclusión y respeto por la cultura local, el arzobispo pronunció una frase en k'iche': "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", lo que generó aplausos y sonrisas entre los asistentes. Además, hizo un llamado a la unidad, al respeto por la vida y a la lucha por la paz, valores que consideró esenciales para la comunidad católica.

La bula papal y las lecturas

El acto incluyó la lectura de la bula papal enviada por el Sumo Pontífice Francisco, en la que se formalizó el nombramiento. Las lecturas bíblicas, tomadas de la Carta de San Pedro (5:1-4) y del Evangelio de Mateo (16:13-19), enfatizaron el papel del pastor como guía y servidor de su rebaño.

El cardenal Álvaro Ramazzini, presente en la ceremonia, agradeció el trabajo del anterior arzobispo y dio la bienvenida a monseñor Palma, destacando su compromiso y experiencia.

Un nuevo capítulo para la Iglesia en Los Altos

La Eucaristía, transmitida en vivo por la página oficial de la arquidiócesis, concluyó con una petición especial de oraciones por el Papa Francisco, quien atraviesa un delicado momento de salud. Monseñor Palma Paúl, con su estilo cercano y su profunda espiritualidad, se prepara para liderar una diócesis rica en tradición y fe, en un contexto que demanda renovación y esperanza.

En sus propias palabras, el nuevo arzobispo expresó: "Así como calienta el sol de la costa, caliente la luna de Xelajú". Con esta metáfora, monseñor Palma Paúl dejó claro que su misión será llevar el calor del Evangelio a cada rincón de Los Altos, iluminando con fe y amor a todos los fieles que caminan bajo su guía.