El significado del nombre de Jesús

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El nombre de Jesús es el más sagrado y poderoso de todos los nombres, pues es el nombre del Hijo de Dios hecho hombre para la salvación del mundo. Su significado y su origen en la Sagrada Escritura revelan su importancia y el amor de Dios por la humanidad.

Origen y significado

El nombre Jesús proviene del hebreo Yeshúa (יֵשׁוּעַ), que significa "Dios salva" o "Yahvé es salvación". Este nombre era común en el pueblo judío, pero en Cristo adquiere su plenitud: Él es la Salvación misma, el cumplimiento de las promesas de Dios.

Cuando el ángel Gabriel anunció a la Virgen María la encarnación del Hijo de Dios, le dijo:

"Le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1,21).

Jesús, el Nombre sobre todo nombre

San Pablo, en su carta a los Filipenses, nos recuerda la gloria de este nombre:

"Dios lo exaltó sobre todo y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos" (Filipenses 2,9-10).

Este pasaje nos enseña que el nombre de Jesús tiene poder y autoridad sobre todas las cosas. Los cristianos, desde los primeros siglos, han invocado este nombre con amor, confianza y reverencia.

El poder del Nombre de Jesús

La Santa Iglesia ha enseñado siempre que el nombre de Jesús es una fuente de gracia y protección. San Bernardino de Siena, un gran devoto del Santo Nombre, propagó su devoción y afirmó:

"Este es el Nombre glorioso, el Nombre de la salvación, el Nombre que da esperanza, el Nombre que nos llena de amor y nos concede toda bendición".

Jesús mismo enseñó:

"Todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, os lo concederá" (San Juan 14,13).

Por eso, muchos santos y fieles han encontrado en la simple invocación de su Nombre un consuelo en la aflicción, fuerza en la tentación y esperanza en la tribulación.

La devoción al Santo Nombre de Jesús

Desde los primeros tiempos del cristianismo, los fieles han venerado el Nombre de Jesús. Esta devoción se fortaleció en la Edad Media con la propagación del monograma "IHS", que representa las primeras letras del nombre de Jesús en griego (ΙΗΣΟΥΣ).

El Papa Clemente VII, en 1530, concedió indulgencias a quienes honraran el Nombre de Jesús, y en 1721 el Papa Inocencio XIII estableció la Fiesta del Santo Nombre de Jesús, que hoy se celebra el 3 de enero.

Conclusión

El nombre de Jesús no es solo una palabra, sino una fuente de salvación, gracia y protección para quienes lo invocan con fe. En nuestra parroquia, como en toda la Iglesia, debemos recordar siempre la importancia de este Nombre bendito, pronunciándolo con amor y respeto, y confiando en su poder para transformar nuestras vidas.

"Señor Jesús, que en tu Santo Nombre encontremos siempre consuelo, fortaleza y salvación. Amén."