El Papa Francisco sigue hospitalizado en estado delicado, pero agradece las oraciones del mundo entero

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El estado de salud del Papa Francisco continúa siendo delicado, mientras permanece ingresado en el Hospital Gemelli de Roma. Según el último comunicado emitido por la Oficina de Prensa del Vaticano este lunes, el Pontífice ha pasado una noche tranquila y se encuentra descansando, a pesar de las complicaciones respiratorias sufridas el sábado, que requirieron la administración de oxígeno y transfusiones de sangre debido a una anemia.

El Vaticano informó que, aunque el Papa está estable, su estado sigue siendo crítico y permanece bajo pronóstico reservado. La crisis respiratoria, identificada como un episodio asmático prolongado, demandó la aplicación de oxígeno de alto flujo para estabilizar la situación. Los análisis realizados el domingo revelaron, además, una trombocitopenia —una disminución de las plaquetas en sangre— que hizo necesaria la transfusión de sangre para contrarrestar los efectos de la anemia.

A pesar de las dificultades, el Papa Francisco se mantiene consciente y sereno. Según la nota oficial, "pasó el día sentado en el sillón", aunque con más molestias que en jornadas previas. Los médicos del Gemelli advierten que, aunque hay signos de ligera mejoría, "el Papa no está fuera de peligro".

Mientras tanto, en el Vaticano, las celebraciones del Jubileo continúan, con numerosos fieles ofreciendo oraciones por la pronta recuperación del Santo Padre. La Plaza de San Pedro se ha convertido en un punto de encuentro para quienes desean expresar su cercanía espiritual y unir sus voces en súplica por la salud del Pontífice.

El mismo Francisco, a pesar de su frágil estado, quiso dirigirse a los fieles a través de un mensaje en la red social 'X':

"En estos días me han llegado muchos mensajes de afecto y me han impresionado especialmente las cartas y dibujos de los niños. ¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo!".

Las palabras del Papa reflejan la humildad y gratitud que han caracterizado siempre su pontificado, mostrando que, incluso en medio de la enfermedad, su corazón sigue latiendo al compás de los fieles que lo acompañan con amor y esperanza.

Crisis respiratorias recurrentes

El Papa Francisco ha tenido un historial de problemas respiratorios desde su juventud, lo que ha marcado parte de su vida y su salud a lo largo de los años. Te comparto un resumen de los momentos más relevantes relacionados con su salud pulmonar:

Cirugía pulmonar en la juventud

Cuando tenía 21 años, Jorge Mario Bergoglio sufrió una grave neumonía y una infección pulmonar severa. A raíz de esta enfermedad, los médicos tuvieron que extirparle parte del pulmón derecho. A pesar de esta cirugía, el Papa ha afirmado en varias ocasiones que nunca experimentó grandes limitaciones en su vida cotidiana ni en su capacidad para realizar actividades físicas.

Infecciones respiratorias recurrentes

A lo largo de los años, Francisco ha presentado episodios de infecciones respiratorias, lo que es comprensible dada la pérdida parcial de capacidad pulmonar. Sin embargo, siempre ha mantenido una gran fortaleza y un ritmo de trabajo intenso, a pesar de estos desafíos.

Bronquitis y resfriados persistentes

En varias ocasiones, especialmente en los últimos años, ha sufrido episodios de bronquitis y resfriados que han requerido atención médica. En 2023, por ejemplo, fue hospitalizado en el Hospital Gemelli debido a una bronquitis que, según los médicos, se complicó, requiriendo tratamiento con antibióticos intravenosos.

Uso de oxígeno y crisis asmáticas

En los últimos meses, se ha informado que el Papa ha tenido episodios de dificultad respiratoria, algunos de ellos relacionados con crisis asmáticas prolongadas. En situaciones más críticas, como la reciente hospitalización en febrero de 2025, ha necesitado oxígeno de alto flujo para estabilizar su respiración.

A pesar de estos padecimientos, Francisco siempre ha mostrado una gran resiliencia y entrega a su misión pastoral. Su actitud de ofrecer sus sufrimientos a Dios y su profunda devoción mariana han sido un testimonio de fe para toda la Iglesia.

Seguiremos informando sobre la evolución de su estado de salud, confiando en la intercesión de la Virgen María y los santos para que el Santo Padre recupere pronto la fortaleza necesaria para continuar guiando a la Iglesia en estos tiempos desafiantes.

Oremos por él.