La Fiesta de la Candelaria: Luz de Cristo para el Mundo

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Cada 2 de febrero, la Iglesia celebra la Fiesta de la Presentación del Señor, conocida popularmente como el Día de la Candelaria. Esta festividad conmemora el momento en que la Virgen María y San José llevaron al Niño Jesús al Templo, cumpliendo con la Ley de Moisés. Allí, el anciano Simeón, inspirado por el Espíritu Santo, reconoció en el Niño al Mesías, la luz de las naciones (cf. Lc 2,22-40).

Orígenes y Significado

Esta celebración tiene raíces muy antiguas, pues ya en el siglo IV se realizaban procesiones con velas en Jerusalén, simbolizando que Cristo es la Luz que ilumina a las naciones. Con el tiempo, la tradición se extendió por toda la Iglesia, dando lugar a la bendición de las candelas, que representa la luz de Cristo que disipa las tinieblas del pecado.

Tradiciones Populares

En muchos países, el Día de la Candelaria está vinculado con la celebración de la Epifanía y la costumbre de partir la Rosca de Reyes el 6 de enero. Quien encuentra al Niño en la rosca, tiene la responsabilidad de vestir al Niño Dios y presentarlo en la iglesia el 2 de febrero, como signo de renovación de la fe.

En Guatemala y otros países de Hispanoamérica, es común que las familias preparen una comida especial, con tamales y atol, compartiendo la alegría del encuentro con Cristo.

Un Llamado a la Fe y la Esperanza

La Fiesta de la Candelaria nos recuerda que Cristo es la luz del mundo, que debemos llevarlo en nuestro corazón y compartirlo con los demás. También nos invita a imitar a la Virgen María, quien con humildad y obediencia presentó a su Hijo en el Templo, confiando plenamente en Dios.

Que en este día pidamos a la Virgen de la Candelaria que nos ayude a renovar nuestra fe y a ser portadores de la luz de Cristo en nuestras familias y comunidades.

¡Que la luz de Cristo brille siempre en nuestros corazones!