La conspiración y la traición de Judas (22:1-6):
Los líderes religiosos conspiran para matar a Jesús, buscando un momento oportuno lejos de las multitudes. Judas Iscariote acuerda entregarlo a cambio de dinero, dejando ver el impacto de la traición en el plan divino de redención.
Preparativos para la Pascua (22:7-13):
Jesús envía a Pedro y Juan a preparar el lugar donde celebrará la Pascua con sus discípulos, mostrando su conocimiento de los detalles y su control sobre los acontecimientos.
La Última Cena: Institución de la Eucaristía (22:14-23):
Durante la cena pascual, Jesús instituye la Eucaristía, ofreciendo el pan como su cuerpo y el vino como su sangre, sellando la Nueva Alianza. También anuncia que uno de los presentes lo traicionará, causando conmoción entre los discípulos.
El liderazgo en el Reino de Dios (22:24-30):
Los discípulos discuten sobre quién será el mayor entre ellos. Jesús les enseña que el verdadero liderazgo se basa en el servicio humilde, señalando que él, como Maestro, se presenta como el servidor de todos.
El anuncio de la negación de Pedro (22:31-34):
Jesús le advierte a Pedro que será probado y lo negará tres veces antes de que el gallo cante, mostrando su conocimiento de las debilidades humanas pero también su misericordia para restaurarlo.
La agonía en el Huerto de Getsemaní (22:39-46):
En un momento de profundo sufrimiento, Jesús ora al Padre en el monte de los Olivos, pidiendo que, si es posible, pase de él ese cáliz, pero somete su voluntad a la del Padre. Es consolado por un ángel mientras sus discípulos se duermen.
El arresto de Jesús (22:47-53):
Judas lidera a una multitud armada para arrestar a Jesús y lo identifica con un beso. Jesús reprende el uso de la violencia cuando uno de sus discípulos hiere al siervo del sumo sacerdote y entrega su libertad con serenidad.
La negación de Pedro (22:54-62):
Pedro, siguiendo a Jesús desde lejos, lo niega tres veces en el patio del sumo sacerdote, tal como Jesús lo había predicho. Al oír el canto del gallo, Pedro se da cuenta de su negación y llora amargamente.
Jesús es humillado (22:63-65):
Los guardias se burlan y maltratan a Jesús, cegándolo y ridiculizándolo como profeta, revelando el desprecio humano hacia la santidad.
Jesús ante el Sanedrín (22:66-71):
En el juicio, Jesús afirma su identidad como el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios, lo que lleva al Sanedrín a considerar esto una blasfemia y a declararlo digno de muerte.
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