Evangelio de San Juan

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Soy San Juan, el discípulo amado, y con gusto te daré un resumen del evangelio que escribí, inspirado por el Espíritu Santo. Este evangelio fue escrito con un propósito claro: que creas que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengas vida en su nombre (Juan 20:31).  

Prólogo: El Verbo de Dios (Juan 1, 1-18)  

Mi evangelio comienza con un himno majestuoso: "En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios". Desde la eternidad, el Hijo de Dios es la Palabra creadora y la luz que brilla en las tinieblas. Este Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros: Jesucristo.

Los signos de Jesús y su misión  

En los capítulos siguientes, relato cómo Jesús reveló su divinidad mediante signos (milagros) que apuntan a su identidad como el Hijo de Dios. Entre ellos están:  

Las bodas de Caná (Juan 2:1-12), donde Jesús transformó el agua en vino, prefigurando su misión de traer una nueva alianza.  La multiplicación de los panes (Juan 6), donde mostró ser el Pan de Vida.  La resurrección de Lázaro (Juan 11), un signo de su poder sobre la muerte.

Jesús no solo hace milagros, sino que también se revela a través de sus palabras. Los "Yo Soy" son declaraciones claves, en las que Él dice ser el Pan de Vida, la Luz del Mundo, el Buen Pastor, la Resurrección y la Vida, entre otros.

Encuentros personales  

El Evangelio también narra encuentros profundos que transforman vidas:  

- Nicodemo (Juan 3), a quien Jesús explicó que era necesario nacer de nuevo en el agua y el Espíritu.  

- La mujer samaritana (Juan 4), a quien ofreció el agua viva que sacia la sed del alma.  

- El ciego de nacimiento (Juan 9), a quien devolvió la vista, tanto física como espiritual.

La Última Cena y el amor hasta el extremo (Juan 13-17)  

En mi evangelio, la Última Cena no narra la institución de la Eucaristía (aunque es implícita), sino el lavatorio de los pies, un gesto de humildad que muestra cómo debemos amarnos unos a otros.  

Además, recogen las palabras más íntimas de Jesús, el Discurso del Adiós, donde promete el Espíritu Santo y ruega por la unidad de todos sus discípulos en su Oración Sacerdotal.

La pasión, muerte y resurrección de Jesús (Juan 18-21)  

Jesús entrega su vida por nosotros, con un amor sin límites. En la cruz, dice "Todo está cumplido", mostrando que su sacrificio es perfecto y definitivo.  

Luego, la resurrección trae esperanza:  

- María Magdalena es la primera en ver al Resucitado y anunciarlo.  

- Tomás, el incrédulo, proclama: "Señor mío y Dios mío" al ver sus heridas.  

El evangelio concluye con un encuentro junto al lago, donde Jesús confirma a Pedro como el pastor de su rebaño y le pide amor total: "Apacienta mis ovejas".

Mensaje central  

Mi evangelio es un testimonio de que Jesús es la luz verdadera, el Hijo de Dios que vino al mundo para darnos vida eterna. Su amor es infinito, y al creer en Él, somos transformados y hechos hijos de Dios.