El Año Jubilar 2025 Inicia en Santiago de Guatemala con Solemne Celebración

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El pasado 29 de diciembre de 2024, en el marco de la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala dio inicio al Año Jubilar 2025. La jornada estuvo marcada por un ambiente de profunda espiritualidad y un sentido de comunidad que reunió a fieles en diversos momentos significativos de la solemne celebración.

Tres Momentos de Fe

El evento comenzó con la “collectio” o reunión en la iglesia rectoral de Santa Rosa, donde los fieles se congregaron para iniciar una peregrinación con gran devoción. Este caminar comunitario, que simboliza el seguimiento de Cristo, se llevó a cabo tras la cruz de Jesucristo, signo del sacrificio y esperanza cristiana.

Al llegar a la Catedral Metropolitana, los peregrinos atravesaron la puerta principal, signo de Cristo como camino hacia el Padre. Este acto estuvo lleno de simbolismo y marcó el primer encuentro en el corazón de la vida litúrgica de la Iglesia.

Memoria del Bautismo y Bendición

Una vez dentro de la Catedral, se realizó una conmemoración del sacramento del bautismo, momento de gracia que nos une a la Nueva Alianza en Cristo. Como gesto de esta memoria viva, se asperjó agua bendita sobre toda la asamblea, recordando a cada fiel su entrada en la comunidad cristiana a través del agua y el Espíritu.

La Santa Misa de Apertura

El día culminó con la celebración de la Santa Misa solemne, presidida con gran alegría y solemnidad. En esta fiesta de la Sagrada Familia, el centro de la liturgia giró en torno al llamado a imitar las virtudes de Jesús, María y José en la vida diaria. Durante la misa, se oró especialmente por la renovación espiritual de los fieles en este año de gracia.

El Año Jubilar 2025 ofrece a los católicos la oportunidad de acercarse más a Dios a través de la reconciliación, la participación en la Eucaristía, la meditación de la Palabra y las obras de misericordia. Es un tiempo de conversión y esperanza, cuyo inicio en Santiago de Guatemala estuvo marcado por un profundo sentido de fe y unidad cristiana.