4 de Diciembre. Día de San Juan Damasceno, el defensor de las imágenes.

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San Juan Damasceno (c. 676–749) fue un sacerdote, teólogo y monje sirio destacado como uno de los grandes Padres de la Iglesia Oriental. Es recordado especialmente por su vigorosa defensa de la veneración de las imágenes religiosas durante la crisis iconoclasta, una disputa que surgió en el Imperio Bizantino respecto a si las imágenes sagradas debían ser prohibidas en la vida cristiana.  

Juan nació en Damasco, en una familia cristiana acomodada que gozaba de prestigio en la administración local bajo el califato omeya. Aunque creció en un ambiente musulmán, recibió una sólida formación en filosofía, teología y ciencias, gracias a su maestro Cosme, un monje italiano. Abandonó una carrera civil prometedora para dedicarse completamente al servicio de la Iglesia como monje en el monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén.  

Durante el reinado del emperador bizantino León III, surgió la controversia iconoclasta. El emperador prohibió la veneración de imágenes religiosas, considerando que su uso conducía a la idolatría. San Juan Damasceno, aunque vivía fuera del Imperio Bizantino, tomó una postura firme en defensa de las imágenes, escribiendo tres tratados titulados **"En defensa de las imágenes sagradas"**.  

En sus escritos, Juan argumentó que las imágenes no eran objetos de adoración, reservada solo a Dios, sino que servían como medios para elevar la mente y el corazón hacia lo divino. Basó su defensa en la doctrina de la Encarnación: dado que Dios tomó forma visible en Cristo, el uso de representaciones visuales no solo era legítimo, sino una expresión de la realidad de que lo invisible se hizo visible en Jesús.  

San Juan explicó también que las imágenes ayudaban a los fieles a meditar sobre los misterios de la fe y a honrar a los santos como intercesores. "El honor rendido a la imagen se dirige al prototipo", escribió, dejando claro que venerar una imagen no era adorarla, sino venerar a quien representaba.  

Por su erudición teológica y su defensa de la tradición cristiana, San Juan Damasceno fue reconocido como Doctor de la Iglesia por el Papa León XIII en 1890. Su vida y obra permanecen como un testimonio de la profundidad intelectual y espiritual de la fe, y su defensa de las imágenes religiosas continúa siendo un pilar fundamental para la comprensión del arte sacro y su lugar en la vida cristiana.  

San Juan Damasceno es celebrado el 4 de diciembre, y su ejemplo inspira a los cristianos a valorar los signos visibles de lo divino en su fe.