Reflexión del Evangelio de este domingo. San Juan 14, 23

Print Friendly and PDF

🎧 Escucha este artículo usando la función de audio de Chrome:

  1. Haz clic derecho en cualquier parte del texto
  2. Selecciona "Leer en voz alta"
  3. Si necesitas ayuda click aqui

 


Evangelio 

Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de los mandamientos?”

Jesús respondió: “El primero es: “Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas”. El segundo es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más grande que éstos”.

El escriba le dijo: “Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que Él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, va le más que todos los holocaustos y todos los sacrificios”.

Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo:

“Tú no estás lejos del Reino de Dios”.

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Reflexión

En el pasaje de Juan 14, 23, Jesús nos dice: *“El que me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.”*

Este versículo es un llamado profundo al amor verdadero y a la obediencia que brota de un corazón sincero. Cuando Jesús nos habla de “guardar su palabra”, no se refiere únicamente a un cumplimiento externo de mandamientos, sino a una relación íntima en la que su enseñanza penetra y transforma nuestra vida. Amar a Cristo implica acoger sus enseñanzas con un corazón dispuesto y humilde, dejando que la fe y la caridad guíen cada acción.

El regalo prometido a quienes viven esta entrega es nada menos que la presencia misma de Dios: el Padre y el Hijo que vienen a hacer su morada en el alma. Esta es una imagen sublime de comunión y de la cercanía divina. Dios no se queda distante; al contrario, habita con aquellos que le aman y le buscan sinceramente. La morada de Dios en nosotros es fuente de paz, fortaleza y amor que nos permite enfrentar las dificultades y extender esa misma presencia a quienes nos rodean.

Que este versículo nos inspire a profundizar en nuestro amor por Cristo y a vivir con la certeza de que, al guardar su palabra, Él y el Padre se hacen presentes en nuestra vida, llenándonos de su luz y su gracia. Amemos y vivamos su Evangelio para que Dios habite plenamente en nosotros.


Escucha la reflexión del evangelio para hoy

Suscribite para recibir las noticias diarias de Biencatolicos.com

Usted esta leyendo este articulo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelizacion, que se llama Bien Catolicos. Como usted puede imaginar, en nuestro trabajo se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelizacion para cada persona, sin importar el pais en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su ofrenda, lleva solo un minuto.

🕊️ Ofrendar ahora
🕊️ Ofrendar ahora