Milagros de la medalla milagrosa de María

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Cada 27 de noviembre celebramos la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, una devoción mariana relativamente reciente que se difundió con rapidez por el mundo. Esta devoción ha inspirado un amor profundo hacia María y ha sido fuente de incontables gracias para los fieles que confían en ella.

La Virgen María se apareció en París a Santa Catalina Labouré, una joven novicia, y le confió el regalo de la Medalla Milagrosa con instrucciones precisas sobre su diseño y el mensaje que debía transmitir al mundo. María prometió grandes gracias a quienes la llevaran con fe.

Con la aprobación de la Iglesia, las primeras medallas se distribuyeron en París en 1832. Inicialmente llamada Medalla de la Inmaculada Concepción, pronto fue conocida como la Medalla Milagrosa debido a los numerosos prodigios asociados a ella. A día de hoy, quienes la poseen continúan experimentando estas gracias.

A continuación, comparto siete milagros atribuidos a la Medalla Milagrosa, basados en relatos que destacan su poder y la intercesión de la Virgen:


1. Milagro en el corredor de la muerte

En 1943, en una cárcel de Mississippi, Claude Newman, un joven condenado a muerte, recibió una medalla de otro recluso. Al colocarla en su cuello, experimentó una aparición de la Virgen María, quien lo invitó a convertirse. Profundamente conmovido, pidió un sacerdote, se confesó y fue bautizado junto con otros compañeros de prisión. En el día de su ejecución, Claude estaba lleno de paz, convencido de que la Virgen lo conduciría al cielo.

2. El milagro de la viuda

En 1834, una viuda de 70 años en un hogar de ancianos de Saint-Maur, Francia, sufrió una grave lesión que le impedía caminar sin ayuda. Al recibir la medalla, confesó sus pecados, rezó una novena y experimentó una completa sanación física. Sorprendió a todos al recuperar plenamente la movilidad, incluso subiendo escaleras con facilidad.

3. Recuperación milagrosa

En Italia, en 1836, un sacerdote colocó una Medalla Milagrosa bajo la almohada de un hombre joven que se encontraba gravemente enfermo y alejado de la fe. Al reflexionar, el joven pidió reconciliarse con Dios y confesó sus pecados. Poco después, comenzó a mejorar de manera inesperada y recuperó la salud por completo, conservando la medalla con gran devoción.

4. Milagro de la vista

En Bélgica, en 1836, Rosalie Ducas, una niña de cuatro años, perdió la vista repentinamente. Su madre comenzó una novena usando la Medalla Milagrosa y, al noveno día, la pequeña recuperó completamente la visión, para asombro de todos.

5. Curación de una enferma mental

En 1837, en China, San Juan Gabriel Perboyre entregó una Medalla Milagrosa a una mujer con problemas mentales graves. Días después, la mujer recuperó por completo su salud mental y pidió confesarse. Este acto marcó el inicio de su conversión.

6. El milagro del helado

En 1948, un niño en coma tras un accidente fue inscrito en la Cofradía de la Medalla Milagrosa por un sacerdote que colocó la medalla en su cuello y rezó por él. Inmediatamente, el niño despertó y pidió helado. Para asombro de los médicos, el daño cerebral desapareció por completo.

7. El milagro del ascensor

En la Checoslovaquia comunista de los años 50, un adolescente que llevaba una Medalla Milagrosa cayó en un pozo lleno de maquinaria peligrosa en movimiento. Sorprendentemente, salió completamente ileso y atribuyó su salvación a la protección de la Virgen María.


Estos milagros son testimonio del poder de la fe y de la intercesión de María a través de la Medalla Milagrosa. Confiemos en su promesa de gracias abundantes para quienes la lleven con devoción.



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