Impresionante. Salve Regina interpretado por 450 voces unidas de forma virtual.
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El Salve Regina, también conocido como Salve, Reina o Dios te salve, Reina, es una de las cuatro antífonas marianas tradicionales de la Iglesia Católica dedicadas a la Virgen María. Se suele rezar o cantar especialmente al final del día, al concluir la oración de Completas, y es una expresión de amor, súplica y devoción a María, Madre de Dios y Madre nuestra. Esta oración busca su intercesión y protección, especialmente en momentos de sufrimiento o dificultad.
La oración del Salve Regina se compuso en latín durante la Edad Media, y se ha convertido en una de las oraciones marianas más queridas y conocidas por los fieles católicos. Tradicionalmente se atribuye a San Bernardo de Claraval o al monje benedictino Hermano Hermán el Cojo, aunque no se tiene certeza absoluta sobre su autoría exacta.
Letra del Salve Regina en Español y en Latín
Aquí tienes el texto de esta bella oración en ambos idiomas:
En Español:
> Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
> vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
> A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
> a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
> Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
> vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
> y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
> fruto bendito de tu vientre.
> ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
En Latín:
> Salve, Regina, Mater misericordiæ,
> vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
> Ad te clamamus, exsules filii Hevæ.
> Ad te suspiramus, gementes et flentes
> in hac lacrimarum valle.
> Eia, ergo, advocata nostra,
> illos tuos misericordes oculos ad nos converte.
> Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
> nobis post hoc exsilium ostende.
> O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.
Significado Espiritual
El Salve Regina es una oración que reconoce a la Virgen María como Reina y Madre de Misericordia. Se le invoca como abogada y protectora en la vida de cada creyente. La expresión "valle de lágrimas" refleja la comprensión medieval y bíblica de la vida en la tierra como un lugar de prueba y sufrimiento, en el que María es nuestra guía hacia su Hijo, Jesucristo, la esperanza última de la vida eterna.
Uso Litúrgico y Devocional
Además de su uso en la Liturgia de las Horas, el Salve Regina se suele rezar al final del Santo Rosario y en muchos contextos devocionales. Esta antífona resuena en los corazones de los fieles especialmente durante el tiempo de Pentecostés hasta el Adviento, cuando se usa al final de Completas en la Liturgia de las Horas.
Con su sencillez y profundidad, el Salve Regina es una oración de confianza y entrega en los brazos maternales de María, una Madre siempre atenta a las necesidades de sus hijos, llevándolos de su mano hacia Cristo.
Este proyecto es novedoso, 450 voces en todo el mundo se unieron a través de zoom para crear esta obra maestra que vale la pena meditar.
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