¿Hay algún ritual para encender la corona de adviento?

🎧 Escucha este artículo usando la función de audio de Chrome:

1. Haz clic derecho en cualquier parte del texto
2. Selecciona "Leer en voz alta"
3. Si necesitas ayuda click aqui

 

¡Paz y bendiciones! La corona de Adviento tiene un bello simbolismo y se acompaña de oraciones y ritos sencillos que pueden enriquecer tu preparación para la venida del Señor. Encender las velas no es meramente un acto físico, sino un momento de oración y reflexión. Aquí te comparto un rito básico y comúnmente practicado en familia o comunidad:

Preparación

1. Coloca la corona en un lugar prominente y digno en tu hogar, quizás en la mesa principal o un altar.

2. Ten a la mano un encendedor o fósforos y un libro de oraciones (puede ser un devocionario o la Biblia).

3. Prepara un momento de recogimiento, tal vez con un canto o un breve silencio antes de comenzar.

Oración para el encendido de la corona

Posteriormente puedes realizar la lectura de meditación, que puedes consultarlas aquí 

Este rito puede adaptarse según la realidad de cada familia o grupo, pero siempre debe mantener el espíritu de oración y recogimiento. La corona es un recordatorio visible del Adviento, tiempo de espera, conversión y esperanza. 

Los días previos son de mucha alegría y esperanza. Este tiempo abarca las cuatro semanas antes de Navidad y suele estar marcado por prácticas como encender las velas de la corona de Adviento, participar en oraciones, realizar obras de caridad y mantener un enfoque en la esperanza, el amor, la alegría y la paz. Cada domingo se enciende una vela, con un significado específico.

Te compartimos aquí algunas sugerencias previas al primer domingo de adviento. 

Origen Cristiano

En el contexto cristiano, la corona de Adviento adquirió un nuevo significado durante la Edad Media. Los misioneros cristianos, al evangelizar a los pueblos germánicos, incorporaron este símbolo a la preparación para la venida de Cristo, la Luz del mundo (Juan 8:12). Transformaron la práctica pagana en una catequesis sobre la salvación y la espera del Mesías.

Formalización de la Tradición

La forma más cercana a la corona de Adviento que conocemos hoy surgió en el siglo XIX en Alemania, gracias al pastor luterano Johann Hinrich Wichern. Este dedicaba su vida a la educación y catequesis de niños pobres, y en 1839, durante el Adviento, diseñó una rueda de madera con 20 pequeñas velas rojas (una por cada día de la temporada) y cuatro velas grandes blancas (para los domingos). Este símbolo ayudaba a los niños a contar los días hasta la Navidad mientras reflexionaban sobre el nacimiento de Jesús.

Con el tiempo, la corona fue simplificándose, quedando las cuatro velas, una para cada domingo de Adviento, colocadas sobre ramas verdes que simbolizan la vida y la esperanza.

Significado de los Elementos

La forma circular: Representa el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin.

Las ramas verdes: Simbolizan la esperanza y la vida que nunca perece, reflejando la promesa de la salvación.

Las velas:

Hay cuatro, cada una encendida en un domingo de Adviento. Tres suelen ser moradas, y una, la del tercer domingo (Gaudete), es rosada.

Simbolizan la luz de Cristo que viene al mundo.

Color morado: Representa la penitencia, el arrepentimiento y la preparación espiritual.

Color rosado: Simboliza el gozo por la cercanía de la venida del Salvador.

Extensión al Catolicismo

Aunque su origen es protestante, la corona de Adviento se difundió rápidamente entre los católicos en el siglo XX, especialmente en Europa y América Latina. La Iglesia la adoptó como una herramienta catequética y una práctica devocional familiar para ayudar a los fieles a prepararse para la Navidad.

Hoy, la corona de Adviento es un símbolo universal que invita a los cristianos a reflexionar, orar y vivir con esperanza la llegada del Señor. Es un recordatorio visual del tiempo sagrado de preparación, conversión y espera gozosa del nacimiento de Cristo. ¡Que al encenderla, nuestras vidas también se iluminen con Su luz!

¡Que el Señor te conceda abundantes gracias en esta temporada santa!