Elecciones en USA 2024 - Política y religión
Este 5 de noviembre de 2024 son las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Kamala Harris y Donald Trump han sido figuras destacadas en la campaña de las elecciones presidenciales de 2024 en los Estados Unidos. Kamala Harris, como vicepresidenta actual, es vista como la candidata demócrata posible en caso de que el presidente Biden no continúe en la contienda. Donald Trump, por otro lado, ha mantenido una fuerte base de apoyo dentro del Partido Republicano, y su influencia sigue siendo notable a pesar de sus desafíos legales y controversias.
La contienda entre Harris y Trump, de darse directamente, pondría en juego temas clave como la economía, la inmigración, la justicia social y las políticas de salud, con ambos candidatos representando visiones muy distintas para el país. Esta elección también reflejaría las profundas divisiones políticas y sociales actuales en los EE. UU., así como los diferentes enfoques sobre el papel de la democracia y el liderazgo en un contexto global.
Posturas religiosas de los candidatos.
Las posturas religiosas de Kamala Harris
y Donald Trump reflejan diferentes enfoques hacia la religión y su relación con
la política, aunque ambos han abordado este tema de maneras que resonan con sus
bases de apoyo.
Kamala Harris
Kamala Harris fue criada en un hogar
interreligioso. Su madre era hindú y su padre, originario de Jamaica, se
identificaba con el cristianismo. Aunque su educación fue diversa en términos
de creencias, Harris se identifica con la fe cristiana y ha asistido a iglesias
bautistas. Sin embargo, su relación con la religión tiende a ser más privada, y
en sus discursos públicos aborda la fe principalmente como un marco ético y
moral que guía su vida y sus políticas, más que como una parte central de su
identidad pública. Harris se ha enfocado en temas de justicia social y derechos
humanos, y habla de la fe en un contexto de compasión, igualdad y justicia.
Harris también ha sido abierta y respetuosa hacia la diversidad religiosa y cultural, lo que refleja su formación multicultural. Aunque no habla de religión constantemente, apoya la separación entre la iglesia y el estado y se ha manifestado en contra de políticas que favorezcan un grupo religioso específico.
Donald Trump
Donald Trump, por otro lado, fue criado
en la Iglesia Presbiteriana y ha tenido una relación más pragmática con la
religión en su vida pública. Durante su presidencia, su relación con los
evangélicos y cristianos conservadores se volvió fundamental para su base de
apoyo, a pesar de que en el pasado no era un practicante activo. Trump enfatizó
la defensa de la libertad religiosa, las políticas provida y el apoyo a valores
tradicionales que resonaban con los cristianos evangélicos.
En sus discursos, Trump ha presentado la religión y los valores cristianos como fundamentales para la identidad estadounidense. Aunque su propia práctica religiosa es esporádica y ha sido cuestionada, su alineación con líderes religiosos influyentes y sus políticas a favor de las libertades religiosas y los valores tradicionales han fortalecido su vínculo con los sectores conservadores cristianos.
Comparación
Ambos tienen enfoques distintos: mientras
que Harris promueve una diversidad inclusiva y una separación clara entre la
iglesia y el estado, Trump apela a los valores cristianos conservadores y ha
buscado representar una visión en la que la religión juega un papel central en
la identidad estadounidense. Esta diferencia es reflejo de sus bases de apoyo y
sus posturas políticas generales, con Harris abogando por una mayor inclusión y
Trump manteniendo un enfoque más tradicionalista.
Iglesia y Política
La política en los Estados Unidos tiene una historia larga y compleja de interacción entre religión y política, especialmente entre el protestantismo, que ha sido la religión mayoritaria, y el catolicismo, que ha sido históricamente minoritario pero ha tenido una influencia creciente en los últimos siglos.
Protestantes y sus Influencias en la Política
Desde sus inicios, los Estados Unidos fueron fundados principalmente por inmigrantes protestantes que buscaban libertad religiosa. Sectores como los puritanos en Nueva Inglaterra y los cuáqueros en Pensilvania establecieron comunidades donde la religión influyó profundamente en la vida pública y en los valores de la nueva nación. Con el tiempo, estas raíces protestantes contribuyeron a configurar una visión de moralidad cívica, trabajo arduo y una ética de responsabilidad individual.
Los valores protestantes también han dado forma a temas como la ética del trabajo y una visión de la libertad religiosa que permitía cierta diversidad de creencias, siempre que estas no entraran en conflicto con la moral pública de inspiración cristiana. Sin embargo, el protestantismo en Estados Unidos ha tenido divisiones internas significativas, entre sectores conservadores (como los evangélicos) y sectores más liberales (como las iglesias protestantes históricas), que difieren en su visión sobre la política y la influencia de la religión en temas sociales.
Los Católicos en la Política de Estados Unidos
La Iglesia Católica ha tenido una historia muy distinta en Estados Unidos. Los primeros católicos llegaron en números pequeños y enfrentaron inicialmente bastante discriminación. Por muchos años, ser católico en Estados Unidos significaba ser parte de una minoría religiosa que era vista con desconfianza por sectores protestantes.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, millones de católicos llegaron a Estados Unidos como inmigrantes, especialmente desde Irlanda, Italia, Alemania y Polonia. Estas olas migratorias hicieron crecer enormemente la población católica, la cual, sin embargo, continuó enfrentándose a la discriminación, siendo considerada leal a un "poder extranjero" (el Papa) y contraria a los valores estadounidenses.
El Papel de la Iglesia Católica
La Iglesia Católica en Estados Unidos ha tenido un papel creciente en la vida social y política del país. Ha sido un refugio espiritual y cultural para los inmigrantes y una defensora de los derechos de los más necesitados. Desde la fundación de muchas escuelas católicas, hospitales y organizaciones de caridad, los católicos han contribuido al tejido social del país.
A nivel político, una figura crucial fue John F. Kennedy, el primer presidente católico de Estados Unidos, elegido en 1960. Kennedy enfrentó críticas y desconfianza sobre si su fe católica le permitiría mantener la independencia de la política, pero él declaró su compromiso con la separación entre Iglesia y Estado. Su elección marcó un hito en la historia de los católicos en la política estadounidense y abrió la puerta a una mayor aceptación de los católicos en la vida pública.
La Iglesia Católica y el Activismo Social
Desde los años 1960, la Iglesia Católica en Estados Unidos ha sido una voz activa en temas sociales, especialmente en áreas como la defensa de los derechos civiles, la protección de los inmigrantes y el respeto a la dignidad humana en todas las etapas de la vida. Líderes católicos se unieron al movimiento por los derechos civiles y trabajaron al lado de figuras como Martin Luther King Jr. en la búsqueda de justicia social y racial.
En temas de justicia social, la Iglesia Católica ha defendido posiciones en línea con su doctrina social, abordando cuestiones como el trabajo, la economía, la inmigración, y la necesidad de una atención digna para los pobres. La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha sido particularmente activa en estos temas, promoviendo la enseñanza social católica en el ámbito público y defendiendo la moralidad cristiana en temas de derechos humanos y cuidado de los más vulnerables.
Los Desafíos Actuales
En el contexto actual, la Iglesia Católica enfrenta desafíos tanto en su relación con los sectores conservadores como liberales en Estados Unidos. En temas como el aborto, la eutanasia y el matrimonio, la Iglesia sostiene posturas que la alinean con sectores conservadores, mientras que en otros temas como la inmigración, la pobreza y la justicia racial, su postura coincide más con las posiciones de justicia social que a menudo se asocian con sectores más liberales. Esto ha llevado a que los católicos en Estados Unidos tengan una identidad política variada, sin estar alineados completamente con ningún partido o ideología política en particular.
La Influencia de los Valores Católicos en la Política
La Iglesia Católica en Estados Unidos promueve la participación activa en la vida política y el compromiso de los fieles con la justicia y la paz, guiándose por el principio de formar la conciencia cristiana y defender la dignidad humana. La enseñanza católica se enfoca en el "bien común", en la solidaridad y la subsidiariedad, que son principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia.
A través de sus instituciones y de los líderes laicos, la Iglesia Católica sigue siendo una influencia importante en el debate moral y ético en Estados Unidos, alentando a los católicos a llevar su fe al ámbito público, promoviendo la dignidad humana, la justicia social y la paz.