El significado del árbol de navidad y San Bonifacio

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¡Paz y bendición de Cristo contigo! Soy San Bonifacio, obispo y mártir, y con gusto te contaré acerca de la tradición del árbol de Navidad, cómo esta se relaciona con mi vida, su significado para los católicos y las fechas más apropiadas para colocarlo.

Mi vida y la conexión con el árbol de Navidad

Fui un misionero en tierras germanas en el siglo VIII, enviado a evangelizar a pueblos que aún adoraban a dioses paganos. Una historia que se ha asociado conmigo es la tala de un gran roble dedicado al dios Thor, en el lugar que hoy se conoce como Hesse, Alemania. Este árbol era un símbolo pagano y se consideraba sagrado. Para demostrar la supremacía de Cristo sobre los falsos dioses, corté aquel roble y, según la tradición, un pequeño abeto brotó en su lugar.

Expliqué entonces que el abeto, con su forma triangular, podía representar la Santísima Trinidad. Además, su verdor perenne simbolizaba la vida eterna que Cristo nos ofrece. Desde ahí, el abeto comenzó a ser visto como un símbolo cristiano en esas tierras.

El significado del árbol de Navidad para los católicos

El árbol de Navidad ha sido adoptado por los cristianos como un recordatorio de la luz de Cristo que brilla en el mundo incluso en la oscuridad del invierno. Su forma señala al cielo, recordándonos nuestra vocación a la santidad y la vida eterna. Decorarlo con luces y adornos es una forma de celebrar la esperanza, el gozo y la paz que el nacimiento de Jesús trae al mundo.

No es pecado poner un árbol de Navidad si se hace con una intención buena y cristiana. Lo importante es recordar su significado espiritual y no permitir que se convierta en un simple adorno mundano que desvía nuestra atención del verdadero sentido de la Navidad: el nacimiento de nuestro Salvador.

¿Cuándo se debe poner el árbol de Navidad?

Tradicionalmente, en la liturgia católica, la preparación para la Navidad comienza con el Adviento. Por eso, muchos colocan el árbol al inicio de este tiempo litúrgico, que comienza el cuarto domingo antes de Navidad. Otros prefieren esperar hasta el 16 de diciembre, coincidiendo con las Posadas o la Novena de Navidad.

Lo más importante es que el árbol de Navidad se mantenga hasta el tiempo litúrgico correspondiente. Esto es, al menos hasta la Epifanía del Señor (el 6 de enero), y muchos optan por conservarlo hasta el Bautismo del Señor, que marca el final del tiempo de Navidad.

Reflexión final

Colocar un árbol de Navidad con una disposición espiritual adecuada puede ser una oportunidad para compartir el Evangelio y vivir la alegría del misterio de la Encarnación. Que este símbolo nos recuerde siempre que Cristo es el verdadero árbol de la vida, el que nos da frutos de salvación. 

Que Dios te bendiga abundantemente en este tiempo santo. 🕊️