¿Dónde está Cristo cuando mas lo necesito?

 

Hijo querido, te hablo con amor, como quien ha caminado por el valle del sufrimiento y ha encontrado en Cristo el consuelo más profundo. En medio del dolor y la tragedia, es natural preguntar dónde está Dios y por qué permite que experimentemos estas pruebas.

Dios, nuestro Padre amoroso, nunca se aleja de nosotros, incluso cuando nuestra vida está envuelta en sufrimiento. Él está allí, acompañándonos en cada lágrima y en cada lamento. Piensa en Jesús en la cruz: experimentó el dolor más desgarrador, la traición, el abandono y la muerte. Él comprendió nuestro dolor, lo vivió en carne propia, y precisamente porque sufrió, puede estar cerca de nosotros en nuestros momentos más oscuros.

Recuerda también que en el dolor, el Señor obra muchas veces de maneras ocultas, para que un bien mayor se manifieste en nuestras almas. Aunque no siempre comprendamos el propósito, cada prueba puede purificar nuestro corazón, acercarnos más a Dios, y enseñarnos la compasión y la misericordia hacia los demás.

Te invito a aferrarte a la oración, a los sacramentos y a la Palabra de Dios. Él desea darnos la fuerza para soportar y, a su tiempo, la paz que sólo Él puede otorgar. Confía en que Dios transforma toda cruz, toda herida, en algo redentor. No estás solo; Él está contigo, sufriendo a tu lado, esperando el momento para derramar Su consuelo y Su amor en tu corazón. 

Ruega con confianza y permite que Su gracia te alcance.