11 de Noviembre. Hoy celebramos a San Juan Limosnero.

 

San Juan el Limosnero, o San Juan de Alejandría, fue un patriarca de Alejandría conocido por su amor profundo hacia los pobres y su dedicación a la caridad. Nació en Chipre, probablemente en Amatunte, en el siglo VI, y fue hijo de un noble llamado Epifanio. Desde joven, se sintió atraído hacia la vida espiritual, pero se casó y tuvo hijos; sin embargo, tras la muerte de su esposa e hijos, decidió dedicarse plenamente a Dios.

En el año 610, fue nombrado Patriarca de Alejandría, y durante su liderazgo, se convirtió en un defensor incansable de los necesitados, ganándose el título de "Limosnero" por su generosidad. Una de sus primeras acciones al asumir el patriarcado fue ordenar un censo de los pobres de la ciudad, a quienes él mismo ayudaba, mostrando con su ejemplo que la verdadera riqueza está en compartir con aquellos que menos tienen. 

San Juan veía en cada persona necesitada el rostro de Cristo, lo que lo impulsaba a dar limosna y ayuda sin reservas. Se cuenta que repetía a menudo: “Si deseas honrar el cuerpo de Cristo, no lo desprecies cuando está desnudo; no lo honres aquí en la iglesia con ricos vestidos mientras afuera lo dejas sufrir frío y desnudez.”

Durante su episcopado, Alejandría sufrió invasiones, pestes y hambrunas, y San Juan dedicó todos sus recursos, y los de la Iglesia, a asistir a la gente. Su generosidad fue tan grande que, en numerosas ocasiones, vació los tesoros de la diócesis en favor de los pobres. Se le atribuyen varios milagros en vida y, aunque sufrió incomprensiones y dificultades, su ejemplo de compasión dejó una huella profunda en la Iglesia y en el pueblo de Alejandría.

Finalmente, en el año 619, fue desterrado de Alejandría por la invasión de los persas y regresó a su tierra natal, Chipre, donde falleció poco después. Su fiesta se celebra el **23 de enero**.